DETERMINANDO EL PUNTO DÉBIL
Naturalmente, a las vigas de hormigón nos les faltaba delicadeza,
y las columnas de las casas viajeras eran en sí la nostalgia.
Agregó que su trabajo consistía en determinar el punto débil;
Para, después, distribuir su peso a los puntos más o menos fuertes;
que los soportes y los apoyos sólo eran obra del amor,
y que, con cariño, eran fijados en el ángulo contrario de las columnas.
Me aseguró también que la restauración era pura cuestión de sexo.
Mi compañero de colegio, ahora arquitecto del servicio de Arqueología;
por un minuto quedó perplejo
porque yo seguía teniendo la mano de una colegiala.
Antes de marcharse me comentó
que él no pudo especializarse en la comprensión de las caídas,
por mí.
Iman Mersal- Egipto
Traducción: Frank Báez en colaboración con la autora